martes, 14 de octubre de 2014

María Sevil 24 de abril del 1940






 Samper de Calanda, 24 de Abril de 1940



Don Miguel Franco Servil
Carcel de Partido Ateca
Provincia – Zaragoza


Apreciado esposo y padre, nos alegraremos que al recibo de esta se encuentre sin novedad. Nosotros todos bien dando G.A.D.


La presente sirve para decirle, que hoy día 24 hemos recibido su cariñosa carta y enteradas de todo su contenido quedamos bastante satisfechas y alegres en saber que están todos bien, que es nuestra mayor alegría.


Después de saludarle, debo decirle que cuando hemos recibido su carta estábamos preparando un cajón para usted y otro para el tío Tomás y ahora le voy a decir lo que le ponemos, y aunque no lo reciban todo no tengan porque disgustarse, y no será extraño porque hay mucha hambre. Primeramente le digo que le mandamos un conejo, 45 bocados, 5 costillas, una lata de sardinas, un queso, dos panes y tres barras, en una caja hay sebo, una docena de huevos duros, unas pocas olivas, y a la otra vez que les mandemos otro cajón les mandaremos manteca.


También debo decirle que estamos llenando el cajón y todo nos parece poco porque sabemos en la situación en que se encuentran y más ahora que no los vemos y no podemos decir si están gordos o delgados, si escasean de alguna cosa no tienen más mandarlo a pedir, que aquí tiene a su esposa y sus hijas para lo que sea necesario coman bastante y no piensen en nada. Para el día 3 de Mayo piensa subir la madre a Zaragoza a ver que tal va con su enfermedad pero creemos que irá mejor porque para eso se hacen las diligencias.


Ya nos dirán si quieren que vaya a ésa y cuando les vendrá bien, para ponerse de acuerdo.


Padre, me dice la María que ya festeja con el chico de la tía Navarra del tío Rafael el unjero, el que estaba en la vía que ahora ya se ha muerto.


Y no teniendo nada más que decirles, muchos recuerdos de Don Juan que ya va mejor, de Valeriana, de todos sus amigos de Hijar, del tio Oliva , de sus hermanos y sobrinos, de José y María, los nietos y usted reciba todo cuanto quiera de su esposa e hijos que le quieren y jamás le olvidan.





María Sevil

Quiteria Franco

No hay comentarios:

Publicar un comentario